"... Alicia no sufrió el menor daño, y se levantó de un salto. Miró hacia arriba, pero todo estaba oscuro. Ante ella se abría otro largo pasadizo, y alcanzó a ver en él, al Conejo Blanco, que se alejaba a toda prisa. No había momento que perder, y Alicia, sin vacilar, hechó a correr como el viento, y llego justo a tiempo para oírle decir, mientras doblaba un recodo:
-¡Válganme mis orejas y bigotes, qué tarde se me está haciendo!
Iba casi pisándole los talones, pero, cuando dobló a su vez el recodo, no vio al Conejo por ninguna parte. Se encontró en un vestíbulo amplio y bajo, iluminado por una hilera de lámparas que colgaban del techo.
Había puertas alrededor de todo el vestíbulo, pero todas estaban cerradas con llave, y cuando Alicia hubo dado la vuelta, bajando por un lado y subiendo por el otro, probando puerta a puerta, se dirigió tristemente al centro de la habitación, y se preguntó cómo se las arreglaría para salir de allí.
De repente se encontró ante una mesita de tres patas, toda de cristal macizo. No había nada sobre ella, salvo una diminuta llave de oro, y lo primero que se le ocurrió a Alicia fue que debía corresponder a una de las puertas del vestíbulo. Pero, ¡ay!, o las cerraduras eran demasiado grandes, o la llave era demasiado pequeña, lo cierto es que no pudo abrir ninguna puerta. Sin embargo, al dar la vuelta por segunda vez, descubrió una cortinilla que no había visto antes, y detrás había una puertecita de unos dos palmos de altura. Probó la llave de oro en la cerradura, y vio con alegría que ajustaba bien. Alicia abrió la puerta y se encontró con que daba a un estrecho pasadizo..."
¡Al menos el vestíbulo estaba iluminado por la hilera de lámparas! El camino que comenzamos a emprender promete desafíos y aventuras, pero también luces y manos amigas que nos ayudarán durante el recorrido, que ellos ya han realizado.
Las patas de la mesa de cristal representan los tres ejes de la materia, que no sólo dan soporte sino que se entrecruzarán todo a lo largo del recorrido:
- El campo de la tecnología educativa
- Nuevas tecnologías y educación
- Diseño de propuestas y proyectos
Y la llave dorada, pues representa lo que cada uno de nosotros desee que signifique: la necesidad y ganas de abrir nuevas puertas, el conocimiento que deseamos adquirir, las posibilidades que éste conocimiento implica, los nuevos desafíos que nos planteen estos nuevos conocimientos, el esfuerzo del recorrido, o porqué no, todas estas cosas juntas. Puestos a abrir puertas entonces, comencemos por lo elemental, ¿de qué hablamos cuando hablamos de "Tecnología educativa"?
Contrariamente, a lo que a priori podríamos pensar, cuando hablamos de tecnologías educativas no lo hacemos sólo de las nuevas tecnologías. Es indiscutible, que aunque los tengamos olvidados en pos de producir mayor impacto sobre los alumnos; la tiza y el pizarrrón, la inclusión de narrativas, los materiales didácticos, textos, power points, transparencias y hasta aquellos videos que grabábamos los fines de semana en el bioterio de la cátedra en VHS para amenizar y clarificar los trabajos prácticos, también forman parte del universo de la tecnología educativa.
Las tecnologías se utilizan como herramientas para favorecer la comprensión, "mostrar para que se vea y se entienda", para romper las rutinas en el tratamiento de los contenidos.
Son herramienas y además, constituyen un entorno, pero otorgan un atractivo extra al tratamiento del tema. Es importante que su utilización sea un factor motivacional y no el centro de las actividades que desplegamos entre alumnos y docentes. Sirven para tender puentes, pero es importante desde la didáctica saber cuando retirar éstos andamiajes.
Cuando nos centramos en tecnologías educativas en tiempos de internet, debemos agregar a sus características el cambio acelerado que las condiciona y a su vez las evoluciona, su capacidad de brindar nuevas funciones constantemente y la necesidad de adaptabilidad del usuario. Y de ahí surgen nuevos interrogantes: ¿estamos preparados para ellas?, ¿tenemos alternativas a ellas?, o ¿poseemos la más mínima oportunidad sin ellas?
¡Cuántas preguntas! Encontraremos todas las respuestas o ¿sólo surgirán nuevos interrogantes?
Es vital en este contexto, asumir que la utilización de las tecnologías en un proyecto educativo enmarca un modelo pedagógico en el que se seleccionan contenidos culturales y se modelan estrategias cognitivas. Además, como la enseñanaza se realiza a partir de lo que ya se sabe, las tecnologías ocuparán distintos lugares según el reconociemiento que de ellas se tenga y sus potencias para facilitar la disponibilidad de la información.
Cuando las tecnologías se incorporan a las actividades escolares, los alumnos encuentran en ellas fuentes de información y a veces, de deformación. Ningún camino educativo puede emprenderse sin guía, recomendaciones o al menos signos de pista que marquen hacia dónde nos dirigimos. Contra todas las predicciones y mitos lanzados en los albores de lo que hoy vivimos, con respecto a que el rol docente terminaría desdibujándose, podemos afirmar que el mismo se fortalece y jerarquiza desde la práctica y en su constante ejercicio.
El uso de las nuevas tecnologías en las aulas, puede limitar las propuestas si éstas no son las más adecuadas o su uso es indiscriminado, reiterativo e injustificado desde el punto de vista didáctico.
Las prácticas actuales pueden permitir el acceso a nuevas formas de producción del conocimiento, mediante trabajos colaborativos a niveles antes impensables. Pero todo se ve limitado por la calidad pedagógica de la propuesta, la calidad científica de los materiales y su actualización, y la ética profesional que implica compartir autorías valorizando la producción grupal sobre la individual. (Litwin, Edith "Tecnologías educativas en tiempos de Internet", Amorrortu, 2005).